Algunas curiosidades del abanico

Algunas curiosidades del abanico

En 1827 el emir de Argelia, Abd-el-Kader, (1808-1883) descargó un golpe con un abanico en la cabeza del cónsul de Francia, monsieur Durval, lo cual colmó el vaso de las hostilidades, provocando con este incidente el inicio de una guerra que llevó a la conquista de Argel por parte de los franceses en 1830.


Catalina de Médicis puso en moda, entre sus damas, un  abanico con un diminuto espejo incrustado con el cual contemplaban su peinado y maquillaje y aprovechaban para espiar disimuladamente a otras personas en los teatros y reuniones.


Madame Stael fundó una academia en Inglaterra para enseñar el uso del abanico. Se consideraba que en el manejo de este utensilio se apreciaba la categoría de las damas.


Durante el reinado de Luis XV la etiqueta prohibió a las damas de la corte abrir sus abanicos en presencia de la reina. La condesa de Egmont, imprudentemente, queriendo esconder su rostro ante un oficial francés, abrió su abanico para ocultarse. Su esposo, el conde de Egmont, y el padre de esta, el mariscal de Richelieu quedaron profundamente humillados por esta acción. 


El lenguaje del abanico es dactilológico. La dactilología consiste en asignar el alfabeto a puntos concretos de la mano izquierda, estando en las yemas las cinco vocales y el resto de las letras sobre las falanges en la parte interna de la mano.

Al tocar con el abanico estos puntos se transmite un mensaje a las personas conocedoras de este sistema. Los hombres usaban sus bastones con este mismo fin.


También existe un lenguaje de frases hechas convencionales mucho mas fácil, aunque limitado, de usar. Por ejemplo al apoyar el abanico sobre el corazón: “te amo”,al cerrarlo rápidamente: “estoy celosa”, si lo cogía por arriba: “me eres indiferente”, pero si se golpeaba la mano con él: “!quiéreme!”, suspendido en la mano izquierda: “estoy comprometida”, sin embargo, en la mano derecha: “deseo novio”, pasar un dedo por el varillaje: “te quiero más cada día”. Y así, infinidad de frases que forman parte de la cultura del abanico.

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